Contenidos

Versión en portugués


Sitios relacionados


Linfangitis

Qué es linfangitis, causas, síntomas y signos, tipos, tratamiento.

LinfangitisLa linfangitis es una inflamación de los vasos linfáticos que se produce como resultado de una infección debida a una herida, picadura de insecto, úlcera u otras causas. Por los vasos linfáticos circula la linfa, un líquido transparente que contiene glóbulos blancos, y actúa por todo el cuerpo. Esta circulación linfática es parte esencial del sistema inmunitario. Su función es vital en la lucha contra las infecciones y en la eliminación de toxinas. La linfangitis se conocía también como "envenenamiento de la sangre" (aunque, realmente, la linfa no es sangre). [1] [2]

Síntomas: ¿cómo reconocer la linfangitis?


Los síntomas más comunes de la linfangitis son:

- Fuerte enrojecimiento en la piel, que se extiende a lo largo del trayecto de un vaso linfático.
- Calor en la zona afectada.
- Borde elevado alrededor del área afectada, como unas delgadas líneas rojas que pueden observarse a lo largo del trayecto de los vasos linfáticos.
- Inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos cercanos (es lo que se conoce como adenopatía, linfadenopatía o linfadenitis).
- Sensibilidad moderada o alta a la palpación.

Otros síntomas menos comunes que pueden indicar una mayor afectación son:
- Fiebre alta y escalofríos.
- Fatiga o malestar general.
- Sudores.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor de cabeza o garganta.

Es vital no ignorar estos síntomas, ya que una atención médica rápida puede prevenir complicaciones más graves e incluso peligrosas para la vida. [3]

Causas: ¿por qué ocurre?


La causa principal de la linfangitis es una infección bacteriana (por estreptococos o estafilococos), siendo la más común la causada por la bacteria Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A). Cuando hay una herida en la piel, como un corte, rasguño, mordisco de animal, picadura de insecto, etc, las bacterias pueden entrar en el sistema linfático. Si el sistema inmunológico no puede eliminarlas rápidamente, los vasos linfáticos se inflaman y la infección se extiende.

Otra posible causa de linfangitis, menos frecuente, es la compresión de los vasos linfáticos (por tumor benigno o maligno, que produce una invasión carcinomatosa). En este caso suele haber uno o más ganglios linfáticos hinchados y sensibles al tacto. [3]

Diagnóstico: identificando la linfangitis


El diagnóstico de la linfangitis se realiza mediante un examen físico y una prueba de laboratorio. La prueba de laboratorio puede incluir un cultivo bacteriano (a partir de la herida o picadura, por ejemplo) para determinar el tipo de bacteria que está causando la infección. El médico puede ordenar un análisis de sangre para detectar signos de infección extendida.

El diagnóstico se basa principalmente en la apariencia de la piel y los síntomas presentados. En casos más complejos, se pueden utilizar pruebas de imagen, como ultrasonidos o ecografía, para observar los vasos linfáticos y la extensión del problema. [3] [4]

Tipos de linfantigis


Hay dos tipos de linfangitis: aguda (que puede ser reticular, troncular y profunda) y crónica.

- Linfangitis reticular. Se produce un edema en forma de celosía o retícula (de ahí el nombre), lleno de células blancas de la sangre. Debido al aumento de las bacterias a lo largo de los vasos linfáticos, se observa una especie de cuerda roja, dolorosa y endurecida. Produce hipertermia (calor) solo en la zona afectada. No se encuentran signos generales (fiebre, vómitos, etc) en este tipo de lesiones. Diagnóstico diferencial: flebitis químicamente inducida y flebitis.

- Linfangitis troncular o troncal. Es una linfangitis reticular asociada a signos generales: fiebre (en torno a 40 °C) con deterioro del estado general. Hay muchas complicaciones que pueden surgir en este tipo de linfangitis: bursitis, linfedema, abscesos.

- Linfangitis profunda. Entre las diversas formas, esta es la más rara. Además de fiebre, se observa que el dolor se agudiza con la palpación.

- Linfangitis crónica. Se debe a agentes externos como parásitos o virus. La pared linfática tiende a hincharse, ocupando toda la luz del vaso, que queda atascado. Los síntomas varían dependiendo del virus o parásito que provocó la linfangitis. Entre los muchos tipos que existen se encuentran los provocados por el gusano del corazón, la tuberculosis y la sífilis. [5]

Tratamiento: combatiendo la linfangitis


El tratamiento está dirigido a eliminar la causa. La linfangitis bacteriana se trata generalmente con antibióticos para combatir la infección y analgésicos para el dolor y la inflamación. El tratamiento adicional consiste en la inmovilización del miembro afectado, desinfectantes, refrigeración de la zona con compresas frías y, dependiendo de la causa, eliminación quirúrgica de la fuente infecciosa (aguijón de insecto, por ejemplo). Es crucial seguir las indicaciones médicas y completar el tratamiento. Mantener la zona afectada elevada y reposar ayuda en la recuperación. En casos más graves, puede ser necesaria la hospitalización para administrar antibióticos intravenosos y controlar la evolución de la infección.

Según el tipo de linfangitis, el tratamiento puede variar:

- Linfangitis aguda. El tratamiento consiste en descanso, inmovilizar el miembro afectado, y medicamentos como anti-inflamatorios, además de heparina, que se usa para prevenir posibles complicaciones. A menudo no se necesita cirugía excepto para ciertas complicaciones. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como la sepsis o septicemia (infección generalizada en la que las bacterias se diseminan por el torrente sanguíneos).

- Linfangitis crónica. En este tipo de linfangitis hay que centrarse en el virus que la causa, con una terapia de rehabilitación. También en este caso el tratamiento quirúrgico está dirigido a las manifestaciones secundarias. [3]

Prevención: evitar la aparición


Para prevenir la linfangitis:

- Mantén la piel limpia y libre de cortes, rasguños y picaduras.
- Si sufres alguna herida, límpiala inmediatamente y protege con un apósito.
- Utiliza repelente de insectos o ropa protectora para evitar picaduras.
- Consulta a un médico si observas signos de infección en una herida o un miembro del cuerpo (brazo, pierna, cuello, etc).
- Mantener un sistema inmunológico fuerte a través de una alimentación balanceada y ejercicio.

Conclusión


En resumen, la linfangitis es una inflamación de los vasos linfáticos que puede provocar complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Los síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor y fiebre, y el diagnóstico se realiza mediante la observación de los síntomas y pruebas de laboratorio. El tratamiento incluye la administración de antibióticos y medidas para reducir la inflamación, y la prevención se basa en mantener una buena higiene y cuidar adecuadamente las heridas y las picaduras de insectos. El término "envenenamiento de la sangre", con el que a veces se conocía a la linfangitis, puede conducir a una confusión con la sepsis, que es una enfermedad sistémica potencialmente mortal. Es raro que una linfangitis produzca una verdadera septicemia, pero puede suceder si la infección se disemina por todo el torrente sanguíneo. Reconocer los síntomas rápidamente y actuar con prontitud es esencial para una recuperación efectiva.

Fuentes: